Parece obvio, pero muchas veces se pasa por alto. No es lo mismo fabricar un zapato deportivo, que una bota de trabajo, una sandalia o un zapato de vestir. Cada uno necesita una suela que responda a un uso muy distinto.

• Calzado formal o de vestir → suele funcionar bien con suelas finas, de goma o cuero, con acabados limpios y elegantes.

• Zapatillas o calzado urbano → piden suelas cómodas, con amortiguación, ligeras pero resistentes.

• Botas o calzado técnico → necesitan suelas robustas, con buen agarre, mayor grosor y materiales duraderos.

• Sandalias o calzado de verano → lo ideal es que sean ligeras, flexibles y transpirables.

👉 Cuanto más clara tengas la función del zapato, más fácil será acertar con la base.

A veces nos piden un diseño “porque está de moda”, sin tener en cuenta que ese material quizá no se adapta al uso real que va a tener el zapato.

Estos son algunos materiales que solemos trabajar y sus principales características:

• EVA: Muy ligera, flexible, ideal para diseños modernos y atrevidos. Perfecta para calzado deportivo o urbano.

• Goma: Duradera, con buen agarre. Se adapta muy bien a suelas con volumen o tacos.

• Cuero natural: Atemporal, elegante, muy valorado en el calzado clásico y de alta gama.

🟡 No todos los materiales encajan con todos los estilos de zapato, y tampoco con todos los públicos. A veces lo que parece visualmente ideal, luego no lo es en uso real.

Este punto puede parecer difícil de prever, pero es muy importante. Una suela debe encajar no solo con el diseño, sino con la experiencia de uso que quieres que tenga el cliente final.

¿El zapato está pensado para estar muchas horas de pie?
¿O es un zapato puntual, para ocasiones concretas?
¿Está dirigido a un público joven, adulto, personas mayores?

Una suela bien elegida puede aliviar la pisada, mejorar la postura y evitar molestias. Y lo mejor es que ese tipo de confort se nota… y se recuerda.

En algunos casos, el peso de la suela es determinante.
Una bota robusta debe transmitir solidez, pero si pesa demasiado, puede volverse incómoda.
En calzado infantil, por ejemplo, trabajamos mucho con EVA porque es ultra ligera y permite mantener el diseño sin sobrecargar el pie.

🔍 Nuestro consejo siempre es buscar equilibrio entre diseño, peso y funcionalidad. Ni demasiado ligero si se va a usar intensamente, ni innecesariamente pesado si no hace falta.

Una suela bien hecha puede ser parte del diseño del zapato, no solo su base. En Grupo Santiño nos encanta cuando un cliente apuesta por suelas con personalidad: color, textura, relieve, detalles…

A veces, una marca se diferencia precisamente por su tipo de suela. Y eso también tiene valor.